lunes, 1 de abril de 2013

*APROPIACIONISMO. ¿QUÉ HAS COMIDO HOY?

Obra de Reinerio Tamayo.

Para hablar de APROPIACIONISMO debemos situarnos en el arte pormoderno. Éste, entre otras, se caracteriza por combinar lo antiguo y lo nuevo, su culto a la cultura popular y la influencia de los medios de comunicación de masas. 
Los movimientos posmodernos son diferentes e incluso discordantes. Un claro ejemplo de este arte es el famoso apropiacionismo, que surge entre los 70 y 80 en Nueva York y. que consiste NO en representar la realidad mediante una imagen sino en re-contextualizar trabajos anteriores. Por lo que en dicho movimiento prima el elemento de la narración. 
Los artistas de éste movimiento se apropian de elementos de obras anteriores para crear una nueva y diferente, con un significado totalmente distinto. Existe en el movimiento apropiacionista mucha controversia con respecto a los derechos y el copyright, ya que al haber una recontextualización de la obra, el significado cambia y por tanto, también la obra. Por lo que el apropiacionismo reivindica sobretodo la imagen y la forma de interpretar ésta.


Investigando sobre el apropiacionismo me pareció interesante usar éste para analizar y reflexionar acerca del comportamiento del individuo con las diferentes redes sociales, y dentro de ésto quise profundizar con Instagram y la comida.

Cada día observamos en la red miles de imágenes que nos muestran suculentos y diferentes platos de comida de todas las formas, clases y culturas posibles y, por normal general, un intento de composición fotográfica que haga éste mas apetecible, divertido o estéticamente bonito.
Nos gusta compartir con nuestros colegas y con el mundo en general lo que sabemos cocinar, que restaurantes visitamos o con quien estamos compartiendo tal manjar, ya que dichas imágenes suelen ir acompañadas por pies de fotografías donde el sujeto explica lo que está haciendo, con quién y donde. Por supuesto, en vacaciones las cifras se triplican ya que tenemos mas tiempo libre, y por lo tanto, mas ocio. 
Si hay una red social reina en este tipo de fotografía ésta es sin duda Instagram donde realizas fotografías, pones filtros analógicos y puedes subirla en diferentes medios a la vez, por lo que tu fotografía aparecerá en miles de lugares públicos en cuestión de segundos.
Desde que éste fenómeno de fotografiar comida estalló, no ha dejado de fascinarme ¿A qué se debe? ¿Acaso no nos recuerda a cuando vivimos solos y tu madre te llama cada día para comprobar que te estás alimentando bien? 
Volvemos a un tema que no pasa desapercibido en los tiempos que corren: LAS REDES SOCIALES Y LA NECESIDAD DE LAS PERSONAS DE COMUNICARSE, de ser oídos, de compartir sus experiencias con los demás para que su disfrute sea mayor. 
Hoy día asistimos a un fenómeno que alcanza cifras impronunciables, los términos identidad e intimidad parecen quedarse obsoletos, ya no hay privatización de nuestra vida, nos pasamos 24 horas conectados a las redes sociales y no solo eso sino que además, necesitamos que constantemente los demás sepan que hacemos o qué dejamos de hacer, lo qué comemos y que restaurantes solemos frecuentar.
Walter Benjamin no se equivocaba cuando decía que la humanidad se ha convertido en objeto de contemplación para la vida misma. Estamos expuestos al público como si de una obra de teatro tratase nuestra vida y eso, en cierto modo acaba con el romanticismo, con la naturalidad y la fluidez de las cosas ya que parece que todos nos conocemos muy bien y lo sabemos todo el uno del otro. Parece que el espectáculo solo acaba de comenzar, pues tenemos en nuestra posesión herramientas tecnológicas de las que, por normal general, no hacemos buen uso.
La fotografía se ve muy implicada en todo esto, ya que miles de imágenes nos inundan a cada minuto, fotografías tomadas con dispositivos al alcance de cualquiera, y ante tal saturación visual, la fotografía puede comenzar a carecer de creencia artística, al ser un medio tan normalizado por todos.
Por otro lado, podría verse como algo positivo, todo el mundo tiene la oportunidad de experimentar nuevas sensaciones con la cámara e incluso mas facilidad para descubrir si tiene talento con la misma pero, ¿No pierde la fotografía aún mas su aura? Pues ya se ve afectada desde sus orígenes por la veracidad y objetividad en el periodismo, la manipulación y otras características que siempre han jugado en su contra y que la aleja cada vez mas de la función artística que le ha sido encomendada. 
A ello, le sumamos que Instagram es una red social que pulsando un par de botones "hace tus fotos mas artísticas" aplicando en ellas presets analógicos, desenfoques y diferentes marcos, como si el trabajo de edición y producción de un fotógrafo se limitase solo a pulsar un par de botones. 
¿Dónde queda el discurso que acompaña a la obra? ¿La justificación de la misma? ¿El esfuerzo de trabajar en el proyecto? Todo ello se reduce al exhaustivo  análisis de "Me gusta", "No me gusta" que te ofrecen las redes y como consecuencia todos pasamos a ser comisarios de arte.
Aproveché el apropiacionismo para bucear por la red y coger las diferentes fotografías de platos encontradas sólo en Instagram (red social para la cual no tenía que estar registrada por lo que podía acceder a las imágenes con facilidad). Decidí montarlas en una hoja de contactos y hacer de ellas mi obra de arte para así, lanzar una reflexión acerca del individuo,su existencia y su privacidad y también acerca de la fotografía y ésta como arte. Espero os resulte interesante y os haga meditar acerca del tema.

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