miércoles, 23 de enero de 2013

*ROBERT FRAN Y WILLIAM KLEIN: UNA REALIDAD PARA DOS PUNTOS DE VISTA*


En el capítulo 4 de los Genios de la Fotografía estuvimos debatiendo acerca de Robert Frank y William Klein, dos fotógrafos cuyo trabajo ha influido muchísimo en generaciones posteriores. Tanto Frank como Klein desarrollaron un importante trabajo fotografiando la vida en EE UU y realizando a través de éste, una dura crítica hacia los EE UU y no haciendo lo que los demás fotógrafos habían hecho hasta el momento: mostrar el ideal del famoso "sueño americano".
Ambos son considerados dos pilares de la fotografía actual pero hay una gran diferencia entre ambos, el modo de mirar el mundo.
En éste artículo investigaré y profundizaré sobre la vida y obra de ambos, para mas tarde diferenciar mejor que los une y que los diferencia y terminar con una reflexión acerca de por cual estilo me decanto más a la hora de realizar mis fotografías.


Robert Frank



Nace en el seno de una familia judía y a pesar de que se educa en la fotografía suiza que busca ante todo la máxima perfección, no deja de captar en sus imágenes la espontaneidad del expresionismo abstracto. Robert Frank es un artista multimedia, interesado sobretodo en la fotografía, el cine y el vídeo. Es el precursor de un nuevo lenguaje gráfico en la fotografía y se trata sin duda de uno de los artistas de la cámara mas discutidos del S. XX.
Frank siempre ha destacado por su capacidad para dotar lo aparentemente ordinario de unas cualidades adicionales, románticas o religiosas y siempre misteriosas. La agilidad, el misterio, la genialidad, la tristeza y la extrañeza son protagonistas en sus imágenes.
Su libro "The Americans" (1958) es poesía corrosiva y el pilar de la fotografía moderna. Por un lado desnuda el alma de los EE UU de los 50, siendo después de la guerra el fotógrafo mas influyente. Manifiesta en su trabajo la preocupación que la TV americana ocultaba.
The Americans constituye toda una referencia por el gran impacto que puede tener una historia contada en imágenes. Cada imagen de las 83 que ilustran el libro, bellamente impreso en blanco y negro, resalta con fuerza al lado de una página en blanco.
Las fotografías se seleccionaron a partir de 700 carretes que Frank gastó durante un serpenteante recorrido a lo largo y ancho de los EE UU en un Ford entre el año 1955 y 1956 y expresan alineación, tristeza y desconcierto. Una secuencia unida con imágenes de las estrellas y barras de la bandera de los EE UU que aparece en ocasiones raída y remendada, a menudo dividida por el encuadre de las imágenes. Gasolineras, tocadiscos, autocines, ataúdes y crucifijos también se incluyen en el libro.
Uno se siente como si estuviera viajando con Frank, mirando a través de la ventana de su coche.
Cuando se publicó en el año 1958, provocó un gran escándalo. Los críticos lo tildaron de enfermizo, neurótico y triste, ofendidos por la audacia del título, pues lo consideraron un ataque a los valores y el modo de vida en EE UU en un tiempo en el que el país se autoproclamaba la nación mas rica de la tierra y la defensora del mundo. Frank captó perfectamente una nación en su cúspide, entre un optimismo enfermizo de principios de los 50 y los cambios radicales que llegarían en los 60.
The Americans es la versión fotográfica de "On the road" de Kerouac, un triste poema dedicado a un país cambiante.
Sobre él:
"Antes de Frank, la orientación visual de la fotografía era indudable, horizontal o vertical. El objetivo de la imagen siempre era claro. Uno sabía de que se trataba y que quería decir. Frank, el sombrío hombre pequeño, llegó y modificó los ángulos, hizo del granulado una virtud y consiguió oscuras iluminaciones. Sus fotografías eran confusas, no se sabía lo que uno debía sentir, en quién o con qué concentrarse. Lo más importante era, quizá que Frank modificó la fotografía desde un punto de vista intelectual, es decir, de lo que un fotógrafo debe ver. Si Ansel Adams se decidía por la magnitud de la naturaleza, ¿qué debía decir uno en contra? ¿qué se puede alegar en lo que se refiere a una roca, a la nieve o al hielo?. No se puede decir nada. Y justo ahí es donde reside el problema. Frank se aleja de los retratos, del paisaje y de la moda, concentrando su objetivo en travestis apaleados, mujeres en bata y caras tristes. La vida es complicada, dolorosa y temporal. Frank, tal y como escribió Janet Malcom, fue sobrevalorado como crítico de sociedad y subvalorado como renovador de la fotografía." (Charlie Leduff)
Después de ésta su gran obra abandona la fotografía, para regresar  veinte años mas tarde con otros grandes libros como "The Lines of my Hand" (1972).
The Americans. 1958

The Americans. 1958

The Americans. 1958

The lines of my hand. 1972

The lines of my hand. 1972



William Klein



Se dice de William Klein que ganó su primera cámara jugando al póquer en el ejército de EE UU. 
Klein es una figura legendaria, un revolucionario de estilo propio con una cámara. Es tan "guay" que puede fumar y hacer fotos a la vez. William Klein es la anárquica energía
Comienza su carrera como pintor abstracto y diseñador. Ha sido fotógrafo urbano, de moda, pintor, escultor, productor de anuncios, fotógrafo de publicidad, cineasta, documentales, activista y satírico escritor. 
Es considerado también el primer fotógrafo pop pero no le interesa la imagen en sí, sino como retocarla y sacarla de contexto haciendo de sus fotos un espectáculo y de las personas que salen, actores.
William Klein regresa a New York en 1954 después de seis años en París. Detesta su regreso porque no le gustan los EE UU, por lo que usa la cámara para atacar y provocar a América, logrando un lenguaje elocuente.
En el año 1956 publica "New York: Life is good and good for you live in New York." Lo primero llamativo es su diseño que ejerció muchísima influencia. Klein escribió "Vi el libro como una ciudad monstruosa Daily Bugle, con sus escándalos y exclusivas, que se encuentran en las calles a las tres de la mañana...Vi el libro que quería hacer como un tabloide desquiciado, burdo, con un exceso de tinta, una composición bruta y de titulares estridentes".
Las fotografías de New York están llenas de energía, distorsiones y son borrosas. Impresas en un crudo blanco y negro, sin tonos medios, golpean al espectador como una imagen de televisión al máximo contraste. New York es considerado por muchos fotógrafos el primer libro pop, se centra, sobretodo, en destilar la experiencia de estar en la calle frente al sujeto y pulsar el disparador. Tiene una mirada única, polémica y muy agresiva.
El libro ejerció una corriente de imitadores, sobretodo en Europa y Japón.
Sobre él:
"El fotógrafo William Klein que se puso ambiciosas metas y las alcanzó, por supuesto también realizó series de fotografía de moda con mucho éxito para Vogue, atreviéndose al máximo tanto en blanco y negro como en color. La fotografía parece aquí llevar al exceso, tanto en movimiento como en inmovilidad. Pero éstas imágenes solo son atrevidos ejercicios para el ojo de un artista que arrolla las anteriores prácticas de la fotografía. La brillante impaciencia con la que William Klein utiliza la cámara aparenta iniciar un tachismo de la fotografía. Quien lo observa en detalle descubre que aquello que parece desvanecerse es, de hecho, una mirada y una fotografía mas intensa, mas acorde a su tiempo, que lo existente en el momento". (L. Fritz Gruben).
New York. 1956

New York. 1956

New York. 1956
Tokyo. 1961

Rome. 1962



The Americans vs New York



La diferencia de ambos libros radica sobre todo en las personalidades de éstos dos fotógrafos. Ninguno da una visión indeleble de la América de los 50, de las verdades ocultas tras una era de optimismo, mas bien al contrario, muestran su lado mas duro y crítico, pero de distinta forma.
A ambos se les puede tachar de desilusionados pero el aspecto personal de su trabajo puede imponerse sobre el documental. William Klein muestra una alegría crispada mientras que Robert Frank se muestra triste y desilusionado.
En The Americans abundan los símbolos e imágenes de muerte siendo su temática principal, mientras que Klein pese a su violencia y cinismo, rebosa vida y energía.
Aunque la historia de la fotografía se inclinó en su día por alabar a Frank, todo conocedor de la historia, mantendrá que ambos son iguales de importantes como fotógrafos y autores de libros. Ambos aportan una sensibilidad para su dolor que sintetiza ésta. Ambos hallaron metáforas vivas y visuales de la desolación de aquel momento de la guerra fría.

En realidad, veo muy difícil con que trabajo y fotógrafo identificarme, en cuanto a imagen, las de William Klein me resultan a priori mas enérgicas y apetecibles, captando la atención de cualquier espectador y cualquier público, mientras que en las de Robert Frank, si algo destaca en su lenguaje fotográfico mas complejo y que requiere mas conocimiento en el mundo de la fotografía, por lo que legaría, a priori a un público menos amplio, sin embargo, cuando conoces algo de lenguaje y fotografía, te das cuenta al momento de ver sus imágenes, de la poesía visual que en ellas crea.
Creo que me identifico con un poquito de los dos, me quedo de Frank esa implicación personal, ese respeto hacia la imagen y el objeto/sujeto fotografiado y la magia que todo ello conlleva en sus imágenes.
Pero me quedo de Klein la travesura y gamberrada de su postura a la hora de fotografiar, mas despreocupado pero no por ello menos implicado, al contrario. Me quedo de sus imágenes la energía y la explosividad que sale del papel de sus fotografías y te saluda.



 










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