*Zygmunt Bauman (2004) hablaba de sólidos y de líquidos. A grandes rasgos, explicaba que la modernidad se definía como sólida por su carácter inalterable, las relaciones interpersonales eran perennes porque conservaban su forma a lo largo del tiempo. En cambio, introduce el término líquidos para referirse al actual momento de la historia que, por oposición, es la época del individuo aislado, enfermizo y con ausencia de visión de conjunto.
De esta forma, se entiende que las nuevas generaciones desarrollan, cada vez más, una necesidad creciente de estar conectados al mundo superficial y que fomenta el aislamiento del individuo. Sin embargo, existe un colectivo que ha permanecido inmune e inquebrantable a estos cambios –como los sólidos (Bauman, 2004)- y permanece anclado a sus raíces: la tercera edad. Es por ello por lo que ha surgido una grieta generacional y cultural que distancia y mantiene separada la realidad líquida de los jóvenes con el mundo sólido de las personas mayores –considerados, por ello, los exiliados de la sociedad contemporánea-.
Así es como surge este proyecto: Los Exiliados. Un fotoensayo sobre la nueva vejez, para plantear como hipótesis principal la existencia de dicha brecha digital que trae como consecuencia una brecha cultural, para recapacitar sobre el cambio en la forma se relacionarnos y, en última instancia, para preguntarnos QUIÉNES SON ENTONCES LOS VERDADEROS EXILIADOS.
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