*Me casé en Las Vegas, Murcia.
Porque buscaba ponerle un infinito al momento...
Porque tenía las instrucciones para no aterrizar, y un manual completo de cómo despegar...
Porque hacía tiempo no mordía el momento...
Por eso de no parar de girar...
Porque a veces hablamos el mismo idioma...
Porque logré magia...
Porque me encontré, de repente y sin querer, en tu camiseta mientras se movía algo en mí...
Porque hice como que MAÑANA en ese momento no importaba, si te casabas en Las Vegas...
*Infinito, de momento, es el olor de Septiembre*
(Y de la infinidad del momento en Las Vegas, me decidí sólo por estos pocos pero grandes olores)
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