miércoles, 13 de febrero de 2013

*ROLAND BARTHES Y SU CÁMARA LÚCIDA*


En relación al famoso libro de Roland Barthes "La cámara lúcida" sobre teoría fotográfica. Se nos plantean las siguientes preguntas:

  1. ¿Quién era Roland Barthes? Breve biografía citando las fuentes.
Roland Barthes (Cherburgo, 1915-París, 1980) fue un filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés. Su padre era subteniente de la marina y murió en combate en 1916. Su primera infancia transcurrió en Bayona y con 10 años se trasladó a París. Su madre era protestante, lo que le facilitó esa vida algo aparte que siempre defendió. Tuvo una relación muy de apego hacia su madre, por lo que vivió con ella hasta la muerte de ésta. Hecho por el que Barthes quedó muy afectado.
Realizó sus estudios de secundaria en el instituto Louis-le-Grand para mas tarde hacer filología clásica en la Facultad de Letras de la Universidad de París. Se licenció también en Gramática y Filología pero padecía tuberculosis por lo que a menudo interrumpía sus actividades para ingresar en diferentes sanatorios, donde completaba sus estudios leyendo a Marx y Michelet.
Roland Barthes fue uno de los principales representantes del estructuralismo francés del S. XX constituyendo los inicios de la lingüística moderna. Además fue fundador de la semiótica francesa junto a los intelectuales de la revista Tel-Quel. Su análisis del lenguaje literario, así como de cine, TV o fotografía resulta imprescindible para cualquier estudioso de lenguaje y estética.
Entre sus numerosas obras podemos destacar: Elementos de semiología(1965), Crítica y verdad(1966), Sistema de la moda(1967), S/Z(1970), El Imperio de los signos(1970), El placer del texto(1973), Fragmentos de un discurso amoroso(1977) y La cámara lúcida(1980).
Barthes murió en la primavera de 1980 tras ser atropellado en la calle de las Écoles frente a la Universidad de París. Su último libro, precisamente La cámara lúcida, se publicó días mas tarde.
(Fuentes: La cámara lúcida, www.epdlp.com, www.biografíasyvidas.com)

    2.  ¿De qué trata el libro y cuáles son las principales aportaciones que hace a la teoría fotográfica?

El libro está dividido en dos partes claramente estructuradas. La primera mas teórica y reflexiva acerca de la fotografía donde establece las ideas que cito a continuación:
  • La fotografía es objeto de tres intenciones distintas (hacer, experimentar y mirar) estableciéndose así tres figuras: OPERATOR que sería el fotógrafo y su emoción con relación al visor, limitando y encuadrando para decidir que parte de la realidad escoger, SPECTATOR que sería el receptor de la fotografía. Como spectator, vivimos llenos de imágenes que aparecen de improviso pasando por el filtro de la cultura hasta llegar al spectator. Algunas producen júbilo, otras indiferencia y otras incluso aversión de tanto verlas. La fotografía mirada desde la intención de spectator es un arte poco seguro y subjetivo por la individualidad de cada sujeto. Roland Barthes como spectator solo le interesa la foto de sentimiento y quiere profundizar en ella como una herida "veo, siento, luego noto, miro y pienso". Y por último SPECTRUM que sería lo mirado, añadiendo a la fotografía algo horrible: el retorno de lo muerto. Siendo spectrum, cuando nos sentimos observados posamos ante el objetivo, perdiendo por lo tanto nuestra propia identidad y autenticidad, por lo que Barthes considera el retrato como el cruce de cuatro imaginarios (Lo que el fotografiado cree ser/Lo que quisiera ser/Lo que el fotógrafo cree que es/Del que el fotógrafo se sirve). Siendo spectrum un sujeto que deviene de un objeto.
  • Establece el término AVENTURA para designar el interés y/o atracción que ciertas fotografías le hacen sentir. Ello le permite existir la foto. La fotografía es objeto y los sujetos personajes. Cuando hay aventura, hay animación, ya que según el no todas las fotografías son animadas.
  • Llegamos al punto mas importante de la lectura. Barthes habla de STUDIUM y PUNCTUM.
     - STUDIUM (To like/Not to like). Es el interés general, emocionado a veces, pero una emoción          racionalmente por una cultura moral y política. Es un afecto mediano hacia cierta imagen. Por medio del studium te interesas por muchas fotografías porque es culturalmente como participas en ellas(con los rostros, los aspectos, los gestos, los decorados, las acciones). Es un deseo a medias, un querer a medias, un interés vago. Cuando reconoces la fotografía studium, das con las intenciones del fotógrafo, las comprendes y las fraternizas con sus mitos que son los que denotan la foto de funciones y que a la vez son coartadas para el fotógrafo. El studium está siempre codificado.
         - PUNCTUM (To love/Not to love). El espectador no lo busca, sino que el mismo sale de la escena y te punza. Hay en esa fotografía un azar que te despunta, te lastima y te punza. El punctum no es transferible, no se controla nunca y llega con la contemplación. Es algo gratuito que nada tiene que ver con el arte del fotógrafo, el solo se encontraba allí. De hecho, muchos fotógrafos intentan introducir punctum intencionadamente y a Barthes solo consiguen insultarle. El punctum no está codificado ya que lo que puedes nombrar no te punza. Puede tener un efecto retardado, cuando la fotografía fermenta y no la tenemos delante descubrimos que nos punzó, por lo que hay cierta latencia pero nunca un examen. Es un suplemento, algo que como espectador añadimos a la foto pero que a su vez ya está en ella. El punctum crea ese marco ciego que no puede existir en la fotografía. El punctum es un detalle, un rasgo parcial que hace una foto studium en punctum, no entiende de moral ni de buen gusto e incluso puede ser maleducado.

Studium puede convertirse en Punctum, sino lo consigue se clasifica como FOTOGRAFÍA UNARIA, que no son indirectas, son composiciones simples que gritan sin hacer daño.
  • La fotografía parece haber nacido de la pintura. Nada parece distinguirlas, pero según Barthes es mas próxima al teatro cuando éste nace como culto a los muertos. Establece así la fotografía como teatro primitivo, como un cuadro viviente figurando el aspecto inmóvil y pintado bajo el cual nos vemos muertos. Además permite acceso al infrasaber mejor que la pintura, aportándonos detalles a los que llama biografema.
  • La fotografía desafía las leyes de lo probable, de lo posible, de lo interesante. Ya que al principio la fotografía es sorprendente cuando fotografía lo notable, sacando del actor lo que ni el sabe porque le pilla por sorpresa. Mas tarde decreta lo notable de la misma foto, poniendo el ejemplo de Diane Arbus que fotografía lo raro o Cartier Bresson y el momento decisivo.
  • La fotografía para significar debe adoptar una máscara en sentido puro, por ello Barthes considera a los grandes retratistas como grandes mitólogos. Como espectadores, esa máscara es difícil porque en realidad no buscamos el sentido tan puro, sino que lo preferimos rodeado de ruido. La fotografía es entonces subversiva, no cuando asusta, sino cuando hace pensar.
  • El paisaje en la fotografía ha de ser habitable no visitable. Pensar "Quiero vivir ahí", "He estado ahí", despertando en ti la madre.
En la segunda parte, Barthes habla de sus experiencias propias con la fotografía, en particular con las de su madre muerta. Cito a continuación, lo que para mí es mas relevante:
  • Contempla fotografías viejas de su madre tras su muerte pero no le gustan porque les separa la historia, los vestidos de época y demás desvían su atención. La historia es para él, el tiempo que su madre vivió antes que el.
  • ¿Reconoce a su madre en las fotografías? No esencialmente, solo por fragmentos que dejan escapar su totalidad. Ni es ella, ni otra persona, no la reencuentra. Las considera imágenes parcialmente verdaderas y por lo tanto, totalmente falsas, como un sueño una esencia sin completar. Pero si reconoce a su madre diferencialmente, porque reconoce algo.
  • Encuentra entonces una fotografía de su madre con cinco años, observa a esa niña y reconoce entonces a su madre. Por una vez la fotografía le da un sentimiento tan seguro como el recuerdo. Vuelve a encontrar la realidad viviente en un recuerdo involuntario y completo. Dicha fotografía reúne los predicados necesarios para constituir la esencia de su madre. Distingue así la fotografía analógica como aquella que solo suscita la identidad y la fotografía esencial como la que certifica al ser único. De la foto de su madre en el invernadero saca toda la fotografía, ya que la fotografía es un laberinto y en el centro hay una única foto que le explica el por qué  del hilo que le atraía a una foto. Esa imagen, solo existe para el y para nosotros solo sería studium, por ello no la muestra en el libro.
  • Así es como Barthes llega al noema de la fotografía, que lo define como la posición conjunta de pasado y presente. Dicho noema hace que en la fotografía se confundan verdad y realidad como una emoción única y establece este término como naturaleza de la fotografía, el genio de ésta.
  • La fotografía sugiere la muerte y la observa con melancolía porque certifica una muerte. Es el testimonio de lo que vemos, ya ha sido. Observamos en ellas lo real y lo pasado. Formando por tanto, la fecha parte de la fotografía porque sopesa la inexorable extinción de las generaciones y establece nuestra presencia inmediata en el mundo. 
  • A su vez, la fotografía no dice lo que ya no es a la fuerza, sino lo que ha sido y no inventa nada, siendo la autentificación misma. Puede mentir sobre el sentido del referente pero nunca sobre su existencia.
  • Establece otro punctum diferente al detalle y es el tiempo. Porque toda fotografía es una catástrofe, no sólo dice ésto ha sido sino también ésto será.
  • Las fotografías públicas son siempre privadas. Miro la foto si me gusta y quiero escrutarla, ampliar el detalle para comprenderla, volverla al revés para ver lo que hay detrás, para alcanzar lo oculto.
  • La fotografía a veces también hace parecer lo que no hay en un rostro real, el linaje, la persistencia de la especie, un poco de verdad que no es propiamente la del individuo.
  • La sociedad quiere hacer sentar la fotografía a través de dos medios. Fotografía como arte sometiendo su espectáculo al código civilizado de las ilusiones perfectas y Fotografía General afrontando en ella el despertar de la intratable realidad.
  • Por último, Roland Barthes se rinde ante la ley de que no puede profundizar en la fotografía porque es llana en todos los sentidos y por ello, ésta debería llamarse cámara lúcida ya que en la fotografía no hay intimidad y eso es lo que la hace misteriosa.
     3. Tres fotografías "To like" y tres fotografías "To love". ¿Por qué?.

Martin Parr

Cristopher  Jacrot


Andreas Gursky

Las considero fotografías "To like" porque simplemente me gustan, estética y compositivamente. El juego de color que hacen cada uno de los autores y otros aspectos técnicos llaman mi atención y me siento atraída hacia su contemplación y acorde con lo que el fotógrafo me quiere mostrar y con sus intenciones.

A continuación mis tres fotografías "To love" y el por qué:

Diane Arbus

Lo que me hace punctum en ésta fotografía, es sin duda la mirada de la niña adolescente. Que sería mucho mas nítida si no la tapase el flequillo, pero que a su vez éste actúa como elemento que sale de la fotografía y me atrae aún mas hacia esa mirada, me atrapa. Veo en ella la rebeldía de toda adolescente, pero a la vez el miedo a hacerse mayor. El saber que no solo en tu cuerpo están pasando cosas, sino también en la búsqueda de tu propia identidad. Empatizo con esa emoción que me transmite su mirada asustada, hasta el punto de hacerme daño.

Mi madre

Creo que todo el mundo debe tener una fotografía de su madre que le haga punctum. En mi caso es ésta, y tiene mucho que ver también con el linaje del que Roland Barthes habla en La cámara lúcida. Ya que me veo a mí reflejada en mi madre, ese gesto es mío, gesto de estar en otra cosa, de no ser nisiquiera consciente de que la están fotografiando. No hablo de un parecido físico, sino del gesto en sí. La primera vez que observe ésta fotografía hasta me asusté ya que por un momento la imagen traspasó el papel y me vi a mi misma, pensando en mis cosas y de repente alguien me fotografiaba.

William Klein

Tal vez, el punctum intencionado de ésta imagen debería ser la pistola. Pero en mi caso, no es eso lo que me punza. Me punza, me hace pensar, me traspasa, el contraste de ésta con esas caras sonrientes, esa inocencia irrumpida en la mirada y como el niño le coge la mano a la persona que le apunta, la coge además con confianza depositando en ella toda su inocencia, su pureza. Veo una dualidad que llama mi atención hasta el punto de insultarme, de resultarme maleducada, de hacerme daño.

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